miércoles, 20 de julio de 2011

Todos menos él.

Me hiciste daño, daño físicos. Sí, una brecha, por suerte se curó muy rápido, aunque no sé por qué. No volví a hablarte, estúpida serpentaja, tu nombre lo dice todo. Eres vil, cruel, más pequeño que yo, pero más fuerte. Nadie diría que soy mayor, pero ¿qué más da? Dos años después volví a caer. 
¿Por qué una serpentaja como tú está por mí? Después de volver de una reunión con Slughorn, ahí estabas tú. Con en traje negro, despeinado y esperándome. En cuanto todos los del club de las Eminencias salieron, tu me plantaste un beso. Te dio igual que yo no lo correspondiera, que yo fuera una leona y tu una serpiente, .... Te dio igual todo. Tu solo me besaste, y el mundo giró a nuestro al rededor. Paraste repentinamente y te fuiste. ¿Por qué te fuiste sin decir nada? Y yo qué sé...
Que me dices de Blaise Zabini, esa serpentaja alta, estirada y negra. No soy racista, para nada, me encantan los negritos, pero le tenía un asco especial a ese Zabini. Aunque formáramos parte del club de las Eminencias los dos, tenías que aparecer ahí, en mi compartimento camino a casa en las vacaciones de Navidad. Estaba sola, leyendo, y tu entraste y te sentaste a mi lado. ¿Es que no habían más asientos? ¡¿Por qué a mi lado?! Y por si fuera poco comenzaste a meter la cabeza en mi libro. Una novela de amor de muggles. "¿Es que estás tonto?" pensé mirándolo descaradamente por el rabillo del ojo. 
-¿Qué? ¿Te interesa mucho?-pregunté cerrando el libro. Él levantó la cabeza he hizo lo que menos me esperaba: me dio un beso. Abrí los ojos como platos, y tu lengua se abrió paso en mi boca. Se podría considerar acoso, Zabini. Me agarraste por la nuca y me acercaste más. Pero seguía rígida, con los ojos ahora cerrados. Me estabas comiendo ¡no! Succionando. ¿Y por qué tú y yo? Es decir, una serpiente y una leona. Nada lógico. Pero ahí seguías, besándome apasionadamente como si no hubiera mañana. Y de un momento a otro, paraste y te fuiste. Será una apuesta, fue lo primero que se me vino a la cabeza. Pero, les gusto a los serpentajos, ¿y no le gusto a George?
Att: Melissa Thomas


Más grande que el mundo entero.

Sí, exacto, así me haces sentir cuando me besas. La chica más afortunada del mundo, la más bonita, la más lista. Aunque no sea así, me haces sentir un abanico de sentimientos, con solo sentir tus labios rozando los míos. No soy la más valiente, ni la más hábil, ni la más nada. Quizá fui la más desdichada al verte ahí, en los brazos de Hagrid, muerto e inmóvil. Tuve que gritar, ir hacia ti e intentar reanimarte. Pero no, me paró mi padre y Voldemort se mofó de mi. Me dio un vuelco el corazón, se me hundió el estómago cuando gritaron que estabas muerto. No, ¿por qué a mi? Me enamoré del Elegido, del que tiene que morir o matar. Tengo que ver cómo se burlan de ti, y mis ojos cada momento están más llenos de lágrimas. Y no puedo evitar que caigan. Entonces, de un flashazo me viene a la mente George: pobre de él, ha perdido a Mel. No se casará ni tendrán hijos. Pero, ¿qué es eso? Harry ¡Harry! ¡Está vivo! Quise ir a abrazarlo, a besarle y a decirle que le amo. Y en ese momento me dí la vuelta y Mel y Fred estaban ahí. Fred la ayudaba a andar, tenía una herida muy fea en el brazo. Y sólo se me pasó por la mente ¿Cómo? Me volví a girar y Harry huía. Quise ir a por él, pero de nuevo mi padre me agarró y me llevó con los demás; no sin yo oponer resistencia. Lo siento Harry, siento haber salido con Michael Corner y con Dean Thomas y habértelo restregado por la cara. Pero ahora, vuelve, vuelve y dame uno de tus besos que siempre recuerdo. Por que sí, recuerdo todos y cada uno de nuestros besos, caricias y abrazos. Cuando me salvaste en la cámara de los Secretos. Lo creas o no, aparte de deberte mi vida por salvarme, te debo mi vida por amarme.
Att: Ginny Weasley.

Gemelos

Cuando nacieron su madre fue la primera sorprendida, no por el rojo de sus cabellos, no porque se parecieran bastante, demasíado quizá a su padre, no porque fueran exactamente iguales el uno con el otro, sino por una sola cosa.
Eran dos.
La decepción…la sorpresa, una sorpresa que había sido demasíado agradable…para resultar casi desagradable. 
Dos.
Y eran ..pobres.
No le importó, apenas los vió supo que estarían bien, que  había sido un regalo del cielo aquella "doble" y hermosa bendición y que serían lo que quería, exactamente lo que quería.
Unos buenos hijos.
La sonrisa de Molly Weasley renació en cuanto los tuvo en sus brazos y el brillo maternal que nació en aquel momento ahogó por completo la mirada titubeante de su esposo a su lado, le sonrió, y el lo hizo también, se abrazaron, se abrazaron completamente felices porque eran todo lo que habían podido desear desde que se casaran.
Padres.
Era una experiencia  nueva, diferente, aún cuando ya lo habían vivido un par de veces, pero no importaba nada, ni el dinero ni los comentarios de los demás, ni las burlas sobre el cómo sobreviviría una pareja de Sangres Pura sin otra cosa que un par de galeons en el banco,  no les importaba en absoluto porque en ese momento, en aquel, cuando los tenían entre sus brazos rebosantes, felices y llenos de amor, y se miraban uno al otro había una hermosa promesa de amor y felicidad que se complementaba con un deseo secreto de uno para el otro.
Tendrían otro más.
Pero aquella mañana algo nublada y con sol extrañamente radiante  a la vez  había algo más cuando se miraron.
Gemelos.
Una doble promesa de amor.
Crecieron…rebosantes, felices y llenos de amor, exactamente como habían nacido, exactamente como su madre había querido, pero tenía que admitir algo.
Felices.
Eso era lo que más eran.
Sonrisas…ella decía que eran un "Verdadero Dolor de Cabeza", pero en realidad, eran su dolor de cabeza, y tenía que admitir algo.
Nunca le habían molestado los dolores de cabeza.
Fueron a la escuela y el primer día fue también aquel en el cual bendijo que habían sido dos, siempre juntos, siempre felices.
Siempre.
Los demás…sus hermanos, también eran sus hermanos, pero extrañamente los veía como uno solo, no como dos, sino como uno, ninguno podía estar sin el otro.
Ninguno.
Las palabras a menudo se manifiestan en su mente en cuanto les ve jugando afuera, siempre juntos, siempre preocupándose el uno por el otro, siempre acabando la frase el uno por el otro.
Frunce el entrecejo.
No sabe si está bien, no sabe si podrá con aquello, nunca trató de separarlos porque sería verdaderamente un pecado, una verdadera crueldad el que lo hiciera.
Pero lo quiere hacer.
¿Por qué?
 Es un mar de contradicciones.
Porque los quiere proteger.
No quiere pensar si un día el otro faltara, si uno faltara y el otro no estuviera, porque sabe que nacieron juntos y así vivirán.
Juntos, unidos, como uno, hermanos.
Gemelos.
Sino… si uno de ellos le faltara algún día al otro…..
¿Qué es lo que vendría después?
Es una pregunta que nunca se ha respondido. Porque sabe que la respuesta está fuera de su ser, de su conocimiento, de su consciencia, de su sopor.
Risas.
Siempre han sido risas, el primer día, la primera palabra…
Risas. 
Risas de bebés, de niños, de adolescentes, de jóvenes…
Tiempos oscuros.
Teme por sus hijos, más que nada, más que nadie, sólo ella lo puede sentir.
Teme perderlos.
"Sueño con eso" confiesa en un ataque de pánico porque no puede soportar más.
Juntos, unidos…
La mañana.
Aquella mañana…aquellas mañanas…
Han sabido afrontar todo lo que les venía, heridas…diferencias nada más para ellos, afrontarlo todo como lo saben afrontar.
Con risas.
Cuando eran pequeños uno caía y en vez de llorar el otro le ayudaba y juntos reían.
Igual.
Nada ha cambiado….
Hasta ese día.
La vida se le escapa de los ojos al verlo tendido, solo, triste.
Es un joven apuesto, cabello rojo, corto, hermoso…
Lo acaricia, está frio, todavía algunos escombros en su pelo y en su ropa…solo, completamente solo, la risa, esa sonrisa…todavía en sus labios. Nunca lo ha visto así, solo completamente solo…..la brisa llevándole el pelo hacia un  lado….


-Mamá- una voz le ha interrumpido haciendo que abra los ojos con fuerza, con la fuerza de la pena contenida- ¿estás bien?
Le mira el pelo, exactamente igual al de su padre…rojo, como el de él
-Si, bien- responde en tono cansado.
El chico hace una mueca que nunca ha sido igual una muestra de la sonrisa que nunca volverá, ahora lo sabe, no es necesario que le diga que ya es suficiente de todas las travesuras…un sueño.
Se aleja para alcanzar a la chica de cabellos castaños y lo examina tratando de reconocerlo.
Porque nunca más lo ha hecho.
¿Qué viene después de …?
Ahora lo sabe.
La mueca en el viento de un  espejo roto.
Att: Molly Weasley.



Me has mentido.

Me prometiste tantas cosas. Me dijiste que me amabas. Viniste a despedirte de mí por si te pasaba algo. ¿Qué te iba a pasar? Eso pensé, pensé que serías fuerte. Que a pesar de estar embarazada, haberte salido de cuentas y haber estudiado muchísimo para tus exámenes, habrías salido con vida. Me prometiste que no le salvarías la vida a nadie, derrochando tu valiosa sangre ¿pero creíste que tú no debías ser salvada? 
Cada beso que le dabas a él, cada paso de baile, cada caricia, cada herida; yo me quedé inmóvil; sin ayudarte, sin separarte de sus garras, sin dar la vida por ti. Siempre me lo decías: eras un 4x1. Tenías tres bebés en tu vientre, y aún así te cuidabas mejor que yo. 
Pensaba que cuando tenías sólo diecisiete años y estabas borracha en mi piso, que no querías besarme. Que sólo lo decías por la lujuria, que no querías tocarme de verdad, que sólo eran los efectos del alcohol. 
Pensaba que cuando salías con chicos y me los presentabas, era sólo eso, me los presentabas. No sabía que salías sólo con ellos para darme envidia.
Ja ja, quién lo iba a pensar, a la minúscula callada e inteligente le gustaba el tonto y bromista de la clase. Claro, que aunque Fred diga que él tenía el carisma, siempre me recordabas que no era así.
Cuando pusiste mi mano en tu barriga y note una patada, y a partir de ahí todos los días te quejabas de que te pateaban el hígado. Y cuando paseabas un cochecito de juguete por tu tripa, cuando les cantabas y cuando les contabas cuentos antes de irte a dormir.
Y ahora estás ahí, tirada en el suelo al lado de mi hermano. Que lo último que hiciste antes de caer al suelo muerta, fue sonreírme. ¿Por qué tuve que ver cómo morías? ¿Por qué tuve que enamorarme de tí? ¿Por qué no impedí que lucharas y te quedaras en un lugar seguro? ¿Por qué no te llevé al altar antes? ¿Por qué te has ido sin pasar lo que queda de tu vida conmigo? 
¿Por qué Mel...? ¿Por qué has muerto...?
Att: George Weasley.
    

Lunático.

Luna llena… la peor faceta que ese enorme astro incandescente pueda tener, al menos eso es lo que pienso yo.
Cuando yo era niño, mi padre cometió la estupidez de burlarse del hombre lobo mas violento y sanguinario que el mundo mágico haya tenido la infortuna de conocer: Fenrir Greyback.
El castigo a su torpeza: el hombre lobo me atacó sin ninguna consideración…marcando mi existencia de por vida.
Entrando a Howgarts, me sentí indefenso y desprotegido, pues estaba alrededor de muchas personas normales, sentía miedo de perder el control en alguna noche de luna llena y atacar a alguno de ellos.
Por fortuna, un par de chicos me aceptaron en su grupo… James Potter y Sirius Black.
En una de esas terribles noches, ambos descubrieron mi condición… para mi era el fin de todo, adiós Howgarts. Afortunadamente, al contrario de lo que yo pensaba, ellos lo aceptaron con mucho gusto, incluso James lo llamaba "mi pequeño problema peludo".
Junto con otro muchacho llamado Peter Pettigrew, formamos un grupo llamado "Los Merodeadores", con los nombres CanutoCornamentaLunático y Colagusano.
Yo soy Lunático, y claro que me quedó el sobrenombre.
Ahora, casi 20 años después, mis tres amigos, se han ido. Y todo por una razón: Harry Potter.
James, su padre, murió en el intentó de salvarlo de las garras de Lord Voldemort. Sirius, su padrino, murió de la misma manera, 14 años después. Mientras que Peter… el no murió, solo nos traicionó.
Claro, no le reprocho al pobre muchacho, se que él no pidió ninguna de estas cosas.
Soy un Lunático… por no acercarme a ella…
No es porque sea tímido, tampoco porque no me atraiga, de hecho es muy bonita… pero no quiero lastimarla.
Ella merece alguien joven de acuerdo a su edad… alguien que esté sano. Si no acepto el amor que ella me ofrece, es porque quiero protegerla. He llegado al punto de ignorarla para evitar este tema…
Luna llena… la peor maldición que la vida me puede ofrecer… la razón por la que no puedo ser feliz… el motivo por el que no he llevado al altar a Nymphadora Tonks.
Att: Remus John Lupin.

Esa noche.

Ahí estaba yo, esa noche, sentada en el borde de la cama, esperándolo…
Lo conocí cuando solo tenía 11 años, no nos dirigíamos la palabra, solo lo conocía de vista, pues en realidad era amigo de mi hermana Daphne. Yo entraba a primer año en Howgarts mientras que él empezaba el tercero.
Cuando lo vi por primera vez, era tal y como lo describía la mayoría de mis compañeros: pedante, grosero, presumido, creído, patán… Pero aun así tenía a muchas a sus pies, incluida mi hermana. Era como si el fuera el príncipe de Slytherin ¡bah! ¿Cómo podría ser nuestro soberano un sujeto tan engreído e inútil?
Cuando estaba en cuarto año, fue cuando me detuve a verlo un poco mejor:
estaba sentada estudiando Defensa contra las Artes Oscuras y él estaba en el sillón de enfrente. Miraba distraído el fuego de la chimenea, como si estuviera muy preocupado y tenía un aura bastante misteriosa, como si cargara con algo muy pesado en su alma. De repente, mi libro resbaló de mis manos. Me incliné para recogerlo y él, suponiendo que quería tomarlo, posó su mano… sobre la mía. La retiré rápidamente y subí el rostro. Me encontré con un par de ojos color mercurio que desembocaban un toque de dolor, mirando mis ojos verdes.
-Gracias
Fue lo único que se me ocurrió decir antes de ruborizarme y salir despavorida de la sala común.
En ese momento me daba igual que hace un par de años, incluso un par de meses también, hubiera caído en la tentación de una leona. Sí, el mismísimo rey de Slytherin saliendo con una Gryffindor. A todas las serpientes nos decepcionó mucho su "traición", y aún más cuando Blaise Zabini cayó también en el mismo veneno. A lo mejor era una serpiente, y el sombrero seleccionador se equivocó en su día.
Después de la derrota de Quien-no-debe-ser-nombrado, el colegio volvió a su normalidad. Yo estaba en sexto año y el iba a reponer el séptimo. Comenzamos a conversar seguidamente. Y fue cuando un día antes de vacaciones de verano, bajó un enorme árbol que nos cubría del sol, nos dimos el primer beso.
Y ahí estaba, esa noche, sentada en el borde de su cama, esperando a que llegara…
Tres años después, en un lujoso restaurante, se arrodilló caballerosamente y me ofreció una enorme sortija pidiéndome ser su esposa. Por supuesto acepté.
A pesar del descontento de mis padres, sigo aquí, amándolo como el primer día.
En realidad, él ha cambiado. Ya no es el patán egocéntrico y prejuicioso que conocí; ahora mas bien es comprensivo, caballeroso… no es todo un Don Juan que conquista a las mujeres con sus palabras y sus detalles, pero ¿qué se puede hacer? ¡Nadie es perfecto! Y menos él…
Y yo seguía ahí, en nuestra habitación, sentada en el borde de NUESTRA cama, esperando a que llegara a mi lado…
Observé mi vestido. Es blanco y con bonitos adornos, como debe ser un vestido de novia. Al verlo, me sentía afortunada por haber hecho que un rubio cabeza de chorlito cambiara significativamente.
-¿Qué haces ahí sentada?
-Esperándote… -dije, poniéndome en pie- Ya estoy lista
-Tranquila, solo relajate… lo haré con cuidado
Draco se acercó, me tomó entre sus brazos y beso mis labios. Lentamente se deshizo del vestido mientras yo me ocupaba de su camisa. Me recostó suavemente sobre la cama y se posó encima de mi.
Esa noche, dejamos de ser él y yo… fuimos uno solo.
Att: Daphne Greengrass.

Una versión de la historia.


Mientras tanto, George dormía entre su hermano y la chica que siempre quiso:
-Fred, no sé que voy a hacer ahora. No sé si voy a aguantar sin ti. ¿Qué va a ser del negocio? ¿Te has enterado de lo de Kim? Esa chica estaba colada por ti y no te ha dejado ni ahora que te has ido. Además ahora que habíamos comprado el establecimiento de Zonko´s en Hogsmade para ampliar negocio. No voy a poder hermano, siento defraudarte, pero se me viene el mundo encima y no tengo fuerzas para sostenerlo.
-No te preocupes George, que desde donde estoy te echaré una mano.
-¿Fred me hablas tú, cómo?
-Pues no sé si esto será magia o que te has quedado durmiendo sin darte cuenta y lo estás soñando. Pero sea lo que sea escúchame que esto a lo mejor no vuelve a pasar y será la última vez que hablemos. Tú te vas a hacer cargo del negocio porque era nuestro sueño y no voy a permitir que se vaya al traste. Del nuevo establecimiento en Hogsmade no te preocupes, he oído que Ron busca trabajo para compaginar con sus estudios para Auror si aprueba los ÉXTASIS, él sería un encargado perfecto para ese establecimiento, y además, no olvides a Lee, él podría ayudar a Ron allí. Qué mejor que darle trabajo a nuestro hermano y mejor amigo. Y para el local del Callejón Diagon, no te preocupes, que lo llevarás estupendamente. Ella está aquí. Hemos conocido a un ángel, dice que a lo mejor volvemos. Pero no te hagas ilusiones
-¿Un... un ángel? ¿Cómo es eso?
-Ya lo verás hermanito, no desesperes. Si volvemos te lo cuento. Además, vas a ser padre, y lo vas a ser muy pronto. 
-No sé de qué hablas, está muerta; tú y ella estáis muertos. Vaya sueño más raro, si es que es un sueño. Y si no, es que estás loco. Además, si a quien hay que cuidar es a mí que te he perdido y me he quedado solo.
-Qué llorón te has vuelto. Y ¿cómo que solo? ¿Acaso no tienes una familia enorme y un montón de amigos?
-Pero no será lo mismo.
-Lo sé, los dos sabíamos que el del carisma era yo, pero ¿qué se le va a hacer? Lo que me llevé en carisma me faltó de reflejos y no lo pude contar. Bueno, lo estoy haciendo ahora. Esto es muy raro.
-Dímelo a mí. ¿Cómo está ella?
-Demasiado llorona, bueno como tú. Aunque el ángel ese ha dicho que si al final se queda se le curará la diabetes. Ah, y dile a Harry que Tonks está muy agradecida por lo que dijo de Teddy en el funeral y Remus dice que sabía que podía contar con él.
-Supongo que si se queda ahí sera mejor... Pero, ¿como quieres que se lo diga?, ¿crees que va a creer esto?, si no lo creo ni yo.
-Tienes razón, les diré a ellos que intenten aparecérsele como yo a ti.
-Pero si ni siquiera sabes cómo lo has hecho.
-Habrá que investigarlo. Pero no te acostumbres a esto, que yo si me quedo estoy muy a gusto aquí y no lo pienso dejar tan fácilmente.
-Ah, pero ¿no te estás quemando en el infierno?
-Pues yo no sé si para otros será un infierno, para mí es un paraíso. Pero es probable que nos curemos, pese a la promesa que te hizo.
-Le dije que no perdiera sangre. Te dije que me iba a casar con ella, y aquí estoy, solo.
-No hay quien hable contigo hoy, estás muy llorón. Me voy. Hazme, caso, ahora no te preocupes por mí y por ella. Se ha pasado el rato llorando y diciendo que iba a volver. Pero no le he dicho nada de la boda. Bueno, si veo que no vamos a bajar, pues se lo digo. A lo mejor me caso yo con ella.
-Ni se te ocurra, y no dejes que ningún ángel guapo se acerque a ella. 
-Claro, sí. Bueno dice el ángel que tienes que despertar e ir con los demás, que si eso ya iremos nosotros.
-¿Cómo dices?
-Lo que oyes, ahora hazme caso.
Att: Fred & George Weasley.

Cobarde.

Sí, mi nombre es conocido, mi comportamiento criticado hasta el hastío, mi fama ha crecido como traidor, como el más leal, como la víctima y el victimario, Severus Snape.
Contar mi vida, ¿para qué?, llena de actos que unos quieren ver como heroicos y otros como viles traiciones. Solamente yo sé a que obedece cada uno de mis pasos. Que tuve oportunidades de ser mejor… ¿Qué es ser mejor?, ¿Brillar a la luz pública?, ¿Jugar de héroe ante los demás?, No, jamás busqué eso, como tampoco busque ser el intermediario entre la luz y la oscuridad. La vida nos coloca y ese fue mi destino, destino que acepto sin pedir una explicación.
Siempre callado, siempre vigilante de mí alrededor, esperando una señal y midiendo mis palabras, confundo a muchos y exaspero a otros…sí, esa es mi gran virtud. ¿Siempre fui axial? No lo sé, tal vez la soledad estuvo siempre a mi lado y yo, sin darme cuenta, hasta que terminé por aceptarle y ella permaneció conmigo. No, no podía ser de otra forma, cuando parecía que una luz podría aparecer, simplemente se esfumó. No me quejo porque me conozco, soy capaz de lastimarla más que de hacerla dichosa y es mejor continuar en las aras de un destino solitario que verla marchitarse a mi lado.
Hasta hoy duele su partida. Él la arrancó de mi vida primero, la dejé ir sin querer pelear y cada amanecer me pregunto que hubiera sido si…No, no tiene caso. Es una estupidez recurrir al pasado cuando el presente no es lo que esperábamos. Cobarde, sí, tal vez esa fue mi peor cobardía, la única, no levantarme y estar ahí para ella, no, dejé que la alejaran de mí como el agua que fluye. Ahí estaba yo: impávido, indiferente, con el orgullo en mis manos y apuñalando mi corazón para obligarlo a no sentir. Todo fue en vano, lo apuñalé, sí, pero al mismo tiempo por cada herida penetraba ella más y más, haciéndola profunda en mí, dulce dolor que nunca pude separar de mi.
-¡No necesito que me defiendas, sangre sucia!-fue lo que exclamé y esas palabras me pesaron toda mi vida al ver la decepción en su mirada. El mal estaba hecho ya, imposible volver atrás, al menos para mí.
Pero el Amo de la Oscuridad fue implacable, la tomó en vilo para jugar con su vida, esa vida tan sagrada como prohibida para mí. En ese entonces ella pertenecía a otro y yo, ensombrecido aún por mi cobardía al haberla perdido sin haber sido mía, me regocijaba en el placer de verlo destruido, aniquilado por el Avada Kedavra que de la varita saldría y lo dejaría inerte, como marioneta sin hilos ante los ojos de dolor de quien yo amaba.
-¡Avada Kedavra! -Rugió la seca voz de la maldad al  decir tan temidas palabras por mí.
Frágil error creer que él me haría caso, que oiría las palabras de un simple seguidor, NO, no lo hizo, su egoísmo y sed de poder lo llevaban a quitar los obstáculos que tenía frente suyo, ella, Lily era uno de los más grandes. Tres veces desafiado, tres veces rechazado. La ira colmaba su rostro cuando los vio a los ojos y ahí estaba ella, luchando por su tesoro más amado, tesoro que me laceraba el alma. Minutos, solo breves instantes para verla desvanecida después del rayo cruzar su cuerpo, pálida, etérea, así estaba cuando lloré ahogadamente su muerte. Las lágrimas manaban como torrente pero ninguna cruzó mi mejilla, todas las absorbió mi agonizante interior que se iba con ella en ese preciso instante.
La esperanza huyó de mí acompañando a Lily en su viaje, la desesperación se apostó a mi alrededor y no hice nada por echarla. Mi cabeza dio interminables vueltas, la profecía se cumplía y yo no hallaba mi lugar en ninguna parte. Oía una voz diciendo: Severus: ven con nosotros y no lo pensé mucho. Él me la había arrebatado, entonces yo lo haría fracasar y saborear la hiel amarga de la derrota, pondría mil piedras en su camino para hacerlo caer, esta vez no estaba solo. El imperio tenebroso se desvaneció como castillo de arena mientras yo miraba impasible su deceso.
Las dudas se cernían a mi paso, la sombra del que-no-debe-ser-nombrado me perseguía y yo no intenté defenderme jamás. Una mueca sardónica cruzaba mi faz cuando alguien exclamaba algo al respecto. Finalmente yo era mi propio juez. Años pasaron y todo parecía dormir entre a calma que precede a la tormenta, a la guerra. Once años en comprada paz. Llegó el día en que mi miedo volvió a latir al saber que un pedazo de ella estaría cerca, aquel por el que ella dio todo, incluso su vida. Secretamente lo odie por existir, por hacerla amarlo tanto que prefiriera la muerte a que fuera dañado. Me resistí a todo, pero sabía que en el fondo, él era parte de ella y eso bastaba para que yo cediera.
Incansable empezó la lucha desde entonces, rumores de que Él estaba de nuevo entre nosotros surgieron y yo lo esperaba, sabía perfectamente que no sería destruido fácilmente y que regresaría clamando venganza a quienes en su momento le dimos la espalda, solo que Él no imaginaba que mi fidelidad lo había abandonado la noche misma en que mató a Lily Evans.
Hice que confiara, de un lado y de otro los planes se urdían callados pero palpables, niños enfrentando magia antigua y poderosa, ambicioso proceder. Nuevamente la duda cayó sobre mí pero esta vez fueron los mortífagos quienes secretamente a voces querían una prueba, el juramento inquebrantable se pronunció esa noche y no tuve miedo, mi alma estaba vendida ya desde hace tiempo, lo que viniera no era lo peor. Defender a un adolescente atormentado tanto o mas que yo, matar a quien confío en mi y al que jamás agradecí; sin duda algo complicado.
El momento esperado llegó y mi varita se levantó poderosa pronunciando lo impronunciable, lo prohibido en contra de un mago poderoso, pero apegado a su destino. Silencio de nuevo, habría que continuar la farsa y escapar como lo que yo sentía ya que era: un cobarde.
La hora final llega ya, veo ahora esos ojos verdes, los mismos que me dieron paz, esperanza, amor. Los veo en él, en su hijo, quien me mira porque acabo de pedírselo y a través de todo la veo a ella, mi paz ha regresado a mí.
-¡Severus! -se desgarra la voz de Harry al comprobar que Snape ha muerto mientras las miradas de los demás dejan de juzgarlo ya para dar paso a una sensación parecida al agradecimiento.
Att: Severus Snape

Sangre limpia

Si, eso es lo que soy… una honrosa sangre limpia, hija de Cygnus ll y Druela Black…
Mi familia viene de una larga estirpe de sangre pura…ningún solo muggle la invadía… hasta que ELLA lo echó a perder…
¡Que tonta! Arruinó nuestro perfecto árbol genealógico… pero claro "lo estoy haciendo por amor" ¡patrañas! ¡No es más que un vil cuento chino!
Siempre supe que era la oveja negra de la familia, que algún día nos iba a decepcionar…ella junto con Sirius son la mancha negra entre todos nosotros.
Ella debió ser como yo, debió aprender a SER COMO YO, a estar orgullosa de sus raices, ¡a aceptar el precio de ser una sangre limpia! Lo que significaba desde casarte con alguien de un mismo nivel de clase social. Y NO SOCIALIZAR CON ESOS MALDITOS MUGGLES
Pero claro, al parecer esto ultimo no lo entendió… podía habernos deshonrado con cualquier cosa ¿pero casarse con un roñoso sangre sucia? ¡Es inaudito! ¡Llegó hasta lo que mi padre podía soportar!
-¡Te arrpentirás por tu maldita traición, lo pagarás muy caro!
Eso fue lo último que le dije antes de que se largara con ese usurpador de la sangre ¡con ese impuro, sangre sucia!
Y ahora, claro que lo debe de estar pagando muy caro… ya me imagino esa dulce escena para deleite de la memoria de mis padres: Andrómeda, derrumbada en el suelo, llorándole al cadáver de su mestiza hija, la que procreó con ese asqueroso sangre sucia.
Jajaja, me encantaría estar ahí para verlo, para ver ese sufrimiento reflejado en sus ojos… y tener que criar sola al cachorro de hombre lobo ese…
¿Detenerme solo porque es mi hermana? ¡No! ¡Dejó de ser mi hermana en el momento en el que salió de la "Honorable casa de los Black" por irse con ese… impuro, ya bastante insulto con ser un sangre sucia maldito, de venas ponzoñosas!
Aún lo recuerdo, es un recuerdo bastante fresco del cual me podré orgullecer por el resto de mi vida: la tal "Nymphadora", distraida, sola, y desolada por la muerte de su perrito faldero… yo detrás de ella, sin hacer ruido alguno…
-¡Avada Kedavra!
Jajaja… de verdad que fue muy satisfactorio… ese fue el precio de su traición… el peso de ser sangre limpia.
Att: Bellatrix Lestrange.

Si tan sólo te lo hubiera pedido

Ahhhh… si tan sólo te lo hubiera pedido, yo no estaría aquí, aburriéndome de la vida, por no tener con quién bailar…
Es que de haber sabido que te pondrías así de glamurosa para la fiesta… ¡soy un verdadero patán!
Harry me lo había advertido "invítala, no puede ser tan malo"… ¿pero, qué hice? Lo ignoré.
Si tan solo te lo hubiera pedido, sin importarme "el que dirán", sin importarme que Malfoy se hubiera reido de mí, por no encontrar una mejor pareja…
De verdad que ahora se lo agradezco a ese idiota, me hiere el orgullo, pero se lo agradezco… ¿por qué? Porque gracias a él y a sus inútiles amigos de Crabbe y Goyle, me di cuenta de lo hermosa que eres en verdad…
Todos en el baile fueron con la persona que quisieron, incluso tú… estas con Krum. Pero claro, estando el aclamado jugador de quidditch búlgaro presente… ¿quién se fijaría en el bobo, miedoso y pelirrojo Ron Weasley?
Y para empeorar mi situación… ¡tenía que aparecer Fleur!  Le pedí que fuera mi compañera de baile…¿por qué? ¡porque es hermosa! ¿qué hizo ella? ¡me rechazó! ¡maldita sea!
Pero tambien a ella debo agradecerle… de no haber aparecido, en este momento no me estaría dando cuenta de que la única persona con la que quería ir, con la que quería bailar ESTA NOCHE…siempre ha estado a mi lado.
Es la misma persona que siempre termina salvando mi vida, la que me pasa la mayoría de las tareas, con la que siempre discuto porque es divertido hacerla enojar…la misma a la que decepcioné esta noche, de la que siempre me burlo… la que está con Krum.
Si tan solo te lo hubiera pedido, en este momento estaríamos bailando, y yo me sentiría el chico mas afortunado de todo Howgarts. Quizas no estaría con la chica mas guapa del lugar, ni con la mejor jugadora de quidditch mundial, y menos con la ganadora del torneo de los 3 magos… pero me sentiría orgulloso por el solo hecho de estar contigo, Hermione, porque a pesar de todo lo que discutamos… ¡me he enamorado de ti!
Pero no estoy contigo… porque soy un idiota.
Att: Ronald Bilius Weasley